Trankos en N.Y. 3ª Parte

Bueno, parecía que no, pero voy a terminar la crónica que dentro de ná no me acuerdo, porque mi memoria no llega ni a la de un spectrum (comentario friki, ya lo sé).

Pero antes que eso quisiera felicitar al enmascarado que ha marcado con un punto negro de spray todos los radares de la carretera de málaga, así que desde aquí te digo: no te doy un beso porque no sé si tienes perilla, pero que sepas que eres la luz que ilumina mi camino.

Bueno, pues después de dar las gracias, deciros también que la entrada 1 y 2 del viaje también han sido modificada por que me he ido acordando de cosas, (Ya sabéis, ennnn laa estantería,...), venga empiezo.

Lo dejé en Ellis Island, pues una vez de vuelta a Manhattan nos metimos en el metro (¿Gripe A, Dónde?) camino a Brooklyn, nos bajamos en la parada cerca del Jardín Botánico, para ver el Palacio de Cristal, inspirao en el de Londres, pero como el cielo no tenia muy buena pinta que digamos, nuestra experiencia en N.Y. nos decía que meterse en un Jardín la leche de Grande y sin techo no era lo que digamos de lumbreras, así que nos dimos una vuelta para ver Brooklyn. Es lo mas parecido a lo que vemos en las películas con casitas bajas algunas de madera, con sus porches, vamos que te suena de algo no sabes de que, pero te suena joer, pues andando por allí empezó, Coño eso que hay mucho en Nueva York , .... eso a LLOVER, así que buscamos un sitio donde refugiarnos, y donde mejor que bajo el Puente de Brooklyn....


Pues allí estábamos, cayendo palanquetas de punta bajo el puente de Brooklyn, cuando a Esther se le ocurrió ir a comer a Grimaldi's, una pizzeria muy famosa que estaba en Brooklyn y debía estar cerca del puente, ademas dicen que fue la primera y mejor pizzeria de N.Y., así que hicimos acopio de los chubasqueros y paraguitas, y a buscar la pizzeria se dijo, después de darle tres vueltas a Brooklyn la encontramos y como no, una cola bajo la lluvia que aguanté yo, mientras los demás se ponían a refugio, pues allí estaba yo, en la cola preguntándome que carajo hacia yo allí, aguantando el fin del mundo bajo un paraguas que me cubría media cabeza, para entrar en una pizzeria, cuando una chica me dijo ENTRAD (en Ingles, yo os lo traduzco) y me dí cuenta de a qué se debía esa cola, solo dos palabras FRANK SINATRA. Las paredes estaban llenas de sus discos de oro, fotos de él y de mas famosos, como Bill Cosbi, Frodo,.. por lo que nos contaron era la pizzeria favorita de Frank, yo lo llamo así por que hay confianza, Dios ya me puedo atragantar traquilo.

Bueno, un comentario, la comida estaba buenísima pero yo disfruté más del Local y de todo lo que emanaba, sabes, a veces los sitios se te meten el la piel, no sabes porqué, pero es una sensación... como cuando crees que alguien te esta mirando, sabes que algo pasa, el vello se te eriza y sólo puedes, como yo en este caso, disfrutar del momento.

Pues salimos de aquel bendito templo y nos dirigimos, esta vez guiados por Al, al que tengo que agradecer el aventurarnos a cruzar el puente a pie con la que estaba cayendo, pues estábamos en una punta del puente cuando milagrosamente dejó de llover.

Pero como N.Y. nunca perdona, cuando íbamos por la mitad del puente, cómo no, empezó a caer otra vez la mundial, y donde nos encontrábamos sólo quedaba aguantar el chaparrón , en estas a Esther le dio por rescatar a una Brasileña, muy simpatica que iba sin paraguitas ni na, y allí íbamos todos atravesando el Puente de Brooklyn, pingueando pero contentos.



Nos despedimos de la Brasileña, Al y Vi, se fueros para el Hotel, el puente se quedo atrás y la chiki y yo nos fuimos a Macys, Los grandes almacenes mas grandes que yo nunca he visto y allí la chiki descubrió una cosa que solo la foto puede expresar, descuentos para extranjeros,..

Allí nos pillamos unos Levis por 35$, unos Calvin Clein por 29$ y cosas así, vamos, "lo estamos dando lo estamos regalando". Una vez reventaos dando vueltas por el centro comercial, nos fuimos al Hotel a ducharnos para salir esa noche, y ese día cenamos en un Griego, que no te digo para traducir una carta del griego al inglés y del inglés al español, un dato: los camarones son langostinos (ya lo sé, yo tampoco lo entiendo). Cuando terminamos, una comida muy rica por cierto, Al y Vi se fueron al Ferry de Staten Islan para ver el Skyline y nosotros nos fuimos a ver el Empire de noche.
De allí nos dirigimos al Hard Rock Café, donde compré una camisa a la que ya le había echado el ojo y regalitos para la peña. Una vez saciada nuestra sed de consumismo, nuestro organismo nos épedía Musica y Alcohol, y que sitio mejor que el B.B.King, donde escuchamos un buen concierto de Blues y Jazz. Cómo no me compré la camiseta de rigor.

A la mañana siguiente era nuestro último día, así que metimos las maletas en mi habitación (que nos dejaron hasta la tres) y nos fuimos a China Town para dar un voltazo. Dimos una vuelta por Time Square, y nos fuimos a comer al Centro Oficial de Colesteros a Jierro, porque yo no digo ná, pero recomiendo la visita al Famous Daves Bar B Q. Para empezar deciros que era un restaurante original Newyorkino, por lo que yo me pedí la guarriamburguesa mas grande que he comido nunca, Al un Beff, Esther una ensalada y Vi no lo tengo muy claro; en la mesa había 8 tipos de salsas distintas y unas Budwaiser bien frías (maridaje perfecto), o sea, el paraíso.



Ya como bolitas, nos sacaron rodando del Bar y nos fuimos a recoger las maletas y a dejarlas en consigna hasta las 7:00 que salíamos para el aeropuerto. Con las maletas a buen recaudo, 2$ por maleta, volvimos a Macy's para comprarme otros Levis para mí y unos para Al también. Salimos de Macy's y sólo nos dió tiempo de despedirnos de la Ciudad y de decirle "Hasta Otra".



El camino al aeropuerto bastante bien, y llegamos prontito, pero como a camaron que se duerme se lo lleva la corriente, nos quedamos los últimos y cuando nos dimos cuenta, tras una odisea con unas máquinas de facturación inventadas por el mismísimo demonio, nos dijeron que había Overbooking y que el avión estaba casi lleno. Una chavala (que no me acuerdo de su nombre pero le rezo todos los días) nos consiguió sentar a cada uno en una punta del avión, y por fin, el vuelo. La verdad, muy corto porque me drogué, me dormí y me desperté en Madrid.

En Madrid nos recibió Patri, a la que debo un besazo y que nos hizo de guía. Nos bebimos una botella de Ron Miel de Fran (también Gracias, te debo una... o dos, ya veremos cuando nos veamos)

Y esto fue todo amigos..............................

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Ruta de las 600 curvas

Monografico a Arlen Ness

Monográfico de Indian Larry